Menos mal que soñar es gratis, sino te aseguro que ya tendría el camión de morosos incobrables en la puerta de mi casa. Y es que entre todas las cosas que quiero hacer algún día está esto de viajar por el mundo, particularmente por un lugar.
Después del viaje del año pasado volví más apasionada que nunca por los viajes, siento que son una necesidad para la tranquilidad de mi espíritu y debo confesar que ya estoy caminando por las paredes por no haberme movido lo suficiente.
Me gusta conocer cosas nuevas, me gusta aprender, y cuando viajo siento que estoy en modo esponja todo el tiempo porque me permito ver el mundo con otros ojos, apreciar el entorno y descubrir belleza hasta en las baldosas flojas de las veredas.
Pero a veces la rutina nos quita la magia, y aunque procuro que no sea así, este mundo tan acelerado nos hace creer que es más importante lo que mostrás que lo que vivís. Por eso amo viajar, porque te saca de la estructura y te obliga a disfrutar lo que está pasando aquí y ahora.
Volviendo al tema del viaje: me encantaría recorrer todo el Reino Unido. Es mi viaje de ensueño, ese que me motiva a hacer todo lo que amo para poder emigrar y dedicarle un tiempo considerable. No sé si quiero pasar el resto de mi vida allá, hoy en día no tengo ninguna certeza, pero sí me gustaría poder estar unos 3 meses recorriendo los pueblos, apreciando esos paisajes y hablando ese idioma en sus distintos acentos.
¡La culpa de todo la tiene Miss Austen que me enamoró de su tierra! Soñaba con conocer los lugares de los que ella habla en sus historias, y lo hice, y me enamoré, y quiero volver a pasar más tiempo. Quisiera saber qué se siente vivir en Bath por más de 3 días, o cómo se juega de local en un pueblo del sur, y obvio que pasar más tiempo en Londres no me molestaría para nada.
También culpo a The Beatles por haber surgido en Liverpool y darme ganas de ir para allá, a la creadora de Outlander por hacerme soñar con las highlands escocesas, a Doctor Who por estar filmada en Gales, a Elizabeth Gaskell por hacerme tener ganas de conocer Manchester (o Milton, como vos prefieras), a Once por hacerme soñar con cruzarme con un músico callejero que deje la guitarra y se enamore de mí (y sí, sé que Dublín no es parte del UK pero está cerca y qué más da). Culpo a Phantom por vivir en el Her Majestic’s Theatre y a Jersey Boys por estar en el Piccadilly, a los grandes de la literatura y a The Vicar of Dibley por hacerme querer ir a toparme con un handsome stranger en algún pueblo perdido de Inglaterra.
Lo bueno de este viaje que algún día haré, es que me impulsa a querer conocer más, explorar más, aprender más. Quiero sacarle el jugo y viajar con bastante información para poder aprovechar todo el triple y no quedarme con ganas de nada. Soy bastante ambiciosa, lo sé, ¿pero qué mejor motivación que las ganas de querer superarse a uno mismo?
Todos tenemos un sueño utópico dándonos vuelta la cabeza, algo que planeamos mentalmente pero que nunca sabemos si vamos a concretar. Este es el mío, o uno de los míos, ¿vos tenés alguno? Pensalo 😉
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