Siempre me fascinó la idea de viajar. Antes pensaba que sólo podía hacerlo por 15 días al año en período de vacaciones, pero luego conocí otras maneras y me familiaricé con la idea de que siendo freelance hasta se puede vivir viajando.
Cuando empecé a trabajar mi objetivo era poder empezar a viajar sola, conocer esos lugares que por algún motivo me llamaban la atención y abrir la mente a nuevas experiencias. Así fue como fui a Cataratas del Iguazú, Tandil, El Bolsón, Bariloche, Londres, Bath, Cambridge, Oxford, París y Frankfurt.
Estas últimas ciudades fueron parte del regalo de graduación que me hicieron mis papás, pero como a los gastos in situ me los pagué yo, también forman parte de este maquiavélico plan por conquistar el mundo.
Así que en este post voy a hacer un pequeño resumen de cada lugar, espero que te gusten y si ya los conoces me cuentes en los comentarios qué te parecieron 😉
CATARATAS DEL IGUAZÚ
Fuimos con Anto y al viaje lo planeamos en dos días. ¡Qué hermoso lugar! La naturaleza es tan imponente que te deja sin palabras, las cataratas del lado argentino son maravillosas aunque del lado brasileño hay unas vistas preciosas.
Nosotras pudimos hacer el tour que te lleva a la Garganta del Diablo bajo la luz de la luna y, si podes, hacelo porque vale la pena. También hicimos la excursión en el bote que te lleva abajo de un salto y al final das un paseo por la selva, nos divertimos mucho y es una experiencia que también te recomiendo que hagas. Un tip: cuidá tu comida de los coatíes, son más rápidos de lo que parece 😉
Estuvimos parando del lado brasileño, en un hotel con pileta que pudimos aprovechar y que estaba cerca del shopping de Foz. Como fueron 4 días intensos la verdad es que fuimos sólo una vez al shopping y a la ciudad la vimos desde la camioneta que nos llevaba a las excursiones, de todas formas no me pareció que sea un lugar muy caminable pero como no lo vi demasiado tampoco puedo opinar.
La gente, a diferencia de la que atendemos todos los días en el aeropuerto, es muy amable, gentil, servicial. Te ayudan con todo, se desviven por hacerlo, y te hacen sentir muy a gusto con el lugar. Nos fuimos contentas, con otra imagen, y fascinadas por una maravilla del mundo que está acá en nuestro país y que todos deberían visitar alguna vez.
TANDIL
Fue mi primer viaje completamente sola y encima debutando con la mochila. Todo el mundo me dijo que 5 días iban a ser demasiados, que me iba a aburrir, y a todo el mundo le demostré que no, que la pasé bomba y no me sentí sola ni aburrida.
Tandil es una ciudad preciosa, tiene el terreno desnivelado así que te obliga a hacer ejercicio mientras paseas. Me alojé en un hostel al lado de la municipalidad, por lo que estaba en plena zona céntrica, lo que me permitió manejarme caminando sin problemas. Hice un tour que me llevó al Centinela y a la famosa Piedra Movediza (que ahora es de mentira), hice una excursión en cuatriciclo por las sierras, conocí gente gracias a Couchsurfing y salí con ellos a pasear y a un boliche el sábado a la noche.
Para ser el debut de los viajes en solitario, Tandil fue una muy buena opción. En comida es un imbatible, ¡qué picadas! Disfruté cada corte de jamón, queso y salame, me llevé lo que sobró y pasé una velada romántica conmigo misma en Época de Quesos; en el castillito comí ñoquis a la bolognesa caseros, a la vuelta del hostel comí pizza cocinada en horno de barro, con los chicos probamos las papas Antares, y en un bar monono del centro comí sorrentinos de jamón y queso, así que la verdad es que a la gordita que hay en mí la hice muy feliz en este viaje. Y no engordé mucho porque todo lo que comí ¡lo bajé cuando subí al Monte Calvario!
EL BOLSÓN
Inexplicable lo lindo que es este lugar. Cuando dije en casa que iría a esta ciudad mis papás me miraron con cara de «ojo con la droga vos eh«, porque tiene fama de paraíso para los hippies y bueno, los estereotipos a veces son más fuertes que la realidad.
¡Me encantó! Había reservado sólo dos noches y me terminé quedando 4, de hecho me habría quedado más de no ser porque quería pasar unos días en Bariloche.
Esta fue mi segunda experiencia con la mochila; en este lugar conocí a personas tan distintas a mí que tuve una apertura mental impresionante, pero lo mejor es que aún conservo a una gran amiga que formó parte del grupo que se armó con los chicos del hostel.
Cerca de El Bolsón hay varios pueblos que pertenecen a la Comarca Andina del Paralelo 42, y con los chicos fuimos al lago Epuyén y a Lago Puelo. Por otro lado, el segundo día hice una excursión en kayak por otra parte del lago Epuyén llamada Puerto Patriada y más allá del dolor intenso de brazos con el que volví, a la experiencia no me la olvido más por los hermosos paisajes que pude ver. Y la mermelada casera… ¡inigualable!
BARILOCHE
Cuando me case y tenga hijos voy a evaluar la posibilidad de mudarme a esta ciudad. ¡Me encantó! La historia exótica relacionada con los alemanes que hay detrás de algunos edificios, los paisajes que rodean la ciudad, la posibilidad de disfrutar del Nahuel Huapi con unos mates en la orilla, que un colectivo te deje en distintos lagos igual de preciosos o que en bici puedas recorrer el camino que va hacia el Hotel Llao Llao (rico rico, dulce dulce) son cosas que la hacen una ciudad única.
Estuve en un hostel en el centro rodeada de extranjeros, viví por dos días en un cuarto con 5 hombres (a los que me casi ni veía, don’t worry!), hablé más inglés ahí que en mi trabajo, por momentos me sentí extranjera en mi propio país pero tuve la oportunidad de conocer gente de Chile, Canadá, Brasil, Estados Unidos, el País Vasco, Francia, y algún otro país de Europa que ya no recuerdo. Con los chicos del hostel salimos a un bar, después yo hice una excursión por el Circuito Grande que me llevó a Villa Traful y Villa La Angostura (¡locaciones de cuento de hadas!), y ahí conocí a Dani, quien casualmente trabaja ¡a la vuelta de mi casa en Buenos Aires!
Cuando conocí a Luji en el hostel fuimos a Antares (¡las papas, las papas!) y al final del viaje uní fuerzas, las junté a Dani y a Luji y juntas fuimos a conocer el Lago Moreno en colectivo. Casi nos perdemos, con esto de que a las afueras la referencia es en kilómetros, pero al final llegamos y la pasamos tan bien que hasta los duendes se rieron con nosotras.
Bariloche fue el lugar donde más me pude conocer, porque comparé a la chica de 17 que había ido de viaje de egresados con la flamante licenciada de 21 que ya sabía cómo manejarse sola sin tener que llamar a mamá cada 5 minutos. Crecí mucho en 10 días, porque estar tan lejos y sola me ayudó a ver las cosas desde otra óptica, y cada persona con la que me crucé me aportó algo positivo que atesoro hasta el día de hoy.
LONDRES
Un sueño cumplido. La mejor experiencia de mi vida, la más movilizante, la que más me modificó (para bien) como persona, que me hizo ver que existe otra forma de vida más segura, donde uno puede confiar en el otro y caminar tranquilo a la noche; esta ciudad me demostró que no es necesario que seas una modelo para vestirte como querés, que hay talles para todos los cuerpos, que darte un gusto teatral no es imposible y que hay que estar atento porque cualquier cosa puede pasar en cualquier momento.
En Londres la jugué de local gracias a los papás de una amiga, por lo que pude experimentar lo lindo de llegar a tu casa después de un largo paseo, disfruté del frío y de la lluvia aunque fueron más los días soleados y frescos, y me di la chance de ver los musicales que siempre quise con uno gratis de yapa gracias a mi amiga Flor.
Aburrirse en esta ciudad no es una opción, cada edificio tiene una historia, cada parque tiene algo entretenido para ver, y si simplemente caminas seguro que vas a encontrar algo que te llame la atención. Arte hay por todos lados, los museos nacionales son gratuitos, y la gente es el patrimonio más importante que tienen porque sin miedo a equivocarme te puedo decir que en Londres te van a tratar muy bien. No importa si andas de zapatillas y calzas, si entras a Louis Vuitton te van a tratar como si fueras Susana Giménez aunque no vayas a comprar nada.
Sin dudas una ciudad a la que volvería, en la que viviría y estudiaría, no veo la hora de volver a visitarla porque todos los días hay algo nuevo para hacer. Además es tan grande que no me alcanzaría la vida para conocer todo.
OXFORD
La ciudad universitaria por excelencia, que no pude disfrutar al 100% porque me sentía bastante mal de la panza, pero aún así la caminé y me quedé anonadada con lo lindas que son las universidades. Estudiar ahí sin dudas que debe ser un lujo, y aunque yo estudié en una universidad hermosa estar ahí es tremendo, ¡es como estar en Hogwarts!
En Oxford estudiaron muchos de los grandes pensadores del mundo, escritores, actores, científicos, economistas, abogados… muchos de los que hoy estudiamos primero se formaron ahí, así que la ciudad destila saber por todos lados y sus edificios son, sin duda, un patrimonio histórico inigualable.
Es fácil manejarse a pie, yo compré pase del bus turístico porque no estaba como para caminar tanto, pero caminando es muy sencillo ubicarse porque lo importante está todo cerca. Mi lugar favorito fue el Alice’s Shop, donde vendían desde dulces hasta vajilla con los personajes del cuento.
CAMBRIDGE
A diferencia de Oxford, Cambridge me voló la cabeza. Me fui de la ciudad pensando cómo podría hacer para estudiar en una de sus facultades, me encantó la vibra del lugar, los comercios, los parques, los edificios, el canal, todo. Como me sentía mejor vi todo con otros ojos, por eso no me puedo poner en la postura de cuál de las dos ciudades me gustó más porque yo no estuve en las dos bajo las mismas condiciones.
Hice un walking tour por los colleges que le contraté a un grupo de estudiantes y el guía que me tocó era IGUAL a John Lennon, ¡con los anteojos y todo! Amerita un polémico, ¡jajaja! Fue muy interesante pasear y entrar a los distintos edificios, entender un poco más del trasfondo de cada college, visitar los predios, pero sobre todo conocer el lugar desde la óptica de un estudiante (el guía estaba haciendo un doctorado y se había recibido de su carrera de grado también en esta universidad).
Pude sacarme muchas dudas que en Oxford me quedaron picando justamente porque no pude adentrarme tanto en la historia de los colleges, sólo me quedé con lo que decía el audio del bus turístico. Así que Cambridge se me presentó como la oportunidad perfecta para evacuar dudas y disfrutar del ambiente universitario en una de las mejores universidades del mundo.
Cuando contraté el walking tour lo hice en combo con un punting tour, que es básicamente un paseo en góndola donde el guía usa un palo para mover la barca. El guía en este caso también era un estudiante aunque de grado (¡muy lindo el muchacho!), y si bien contó casi lo mismo que el otro, al menos la perspectiva desde el canal era preciosa. El chico era mucho más chistoso que John Lennon y de tanto pelearse en joda con un japonés, ¡al final hizo que se cayera del bote!
BATH
Haber tenido la posibilidad de caminar las mismas calles que hace 200 años caminó Jane Austen fue muy emocionante, y con toda la expectativa que tenía la ciudad no me defraudó sino todo lo contrario.
Para todo fanático de Jane, Bath es una ciudad de visita obligada ya que tiene el Jane Austen Centre y varios de los domicilios por los que pasó la autora en los años en los que vivió allí. Si bien ella no fue muy feliz en la última etapa de su estadía en esta ciudad y su producción literaria fue casi nula, es de suma importancia entender cómo esta meca social de la época afectó su trabajo.
La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y con toda la razón, sus edificios amarillos producto de la piedra característica del lugar en conjunto con el sol hacen que el paisaje sea de ensueño. El Pulteney Bridge al atardecer es increíble, ver la abadía de noche es imponente, caminar las callecitas a toda hora e incluso con lluvia es mágico.
Estar en Bath es viajar en el tiempo, los locales comerciales mantienen las vidrieras originales y hay mucho color en las ventanas. No hay cadenas internacionales ni comercios demasiado grandes, sino que se mantiene al comerciante local y está invadida por galerías de arte, anticuarios y charity shops. ¡Me sentía como en un gran San Telmo por la cantidad de anticuarios que hay!
De todas formas lo mejor de mi experiencia en Bath fue haber hecho Couchsurfing en la casa de Anu, una chica finlandesa que hace un par de años vive ahí pero que antes vivió en India, Tanzania, Escocia y Argentina. Sí, vivió en Buenos Aires, así que estaba feliz de recibirme porque para ella fue volver a encontrarse con algo de nuestra cultura.
Charlar con Anu fue verme dentro de 10 años. Conversamos sobre diversos temas y como si nos hubiéramos conocido de toda la vida, coincidimos en muchos aspectos y aprendí muchísimo de su forma de ver el mundo. Después nos volvimos a ver en Londres y este año viene de visita en diciembre, ¡un lujo!
PARÍS
La ciudad del amor, aunque debería ser la ciudad de la lluvia. Llovió casi todos los días, pero París es pilla y al atardecer dejaba de llover para dar paso a un sol radiante que hacía de ese momento del día algo sublime.
Para mí París era tan lejana, tan inalcanzable, llena de mitos y percepciones particulares de cada persona que fue, porque cada uno tuvo una experiencia única. En mi caso puedo decirte que me gustó mucho, no es una oda al romance como nos hacen creer en las películas pero tampoco es el apocalípsis zombie que me quisieron hacer creer algunos de los que fueron antes que yo. Si comparás París con Londres ésta última gana por goleada en cuanto a limpieza y orden, pero es que París es más latina, tiene esa cosa pasional que los británicos no tienen y que hace que alguien que viva en Buenos Aires se sienta como en casa.
Recorrí en 5 días más museos que en mi vida entera, me deleité con las obras maestras de la historia del arte, tuve el placer de ver una retrospectiva de Van Gogh en el Museé D’Orsay, caminé por los míticos lugares de la ciudad, por la orilla del Sena, comí baguette, recorrí en bicicleta los jardines del Palacio de Versalles, me deleité con la maravilla que es ese palacio y entendí por qué les cortaron la cabeza, caminé mucho y con gusto a pesar del frío y la lluvia.
Me gustó mucho París, no la elegiría como destino para quedarme más de 15 días, pero sin dudas fue una ciudad que a diferencia de lo que me habían comentado (que estaba fea, que la gente era mala onda) me dio un aspecto mucho más favorable de lo que esperaba. El francés es un idioma que no domino pero conozco, así que no me sentí tan perdida. En el hostel conocí gente de distintas partes del mundo y, por suerte, enganché la habitación con gente limpia, jajaja!
FRANKFURT
No esperaba nada de esta ciudad más que ver a Anne, y me dejó una muy buena impresión. Me imaginaba a Frankfurt como un lugar gris y aburrido, lleno de fábricas y sin ningún atractivo turístico, pero resultó que estaba totalmente equivocada porque la ciudad es preciosa, llena de espacios verdes y colores, con gente simpática y un ambiente sumamente positivo.
En mi plan original no estaba ni pensado que fuera a Alemania, y si iba la idea era visitar Berlín, pero cuando Anne me dijo que se le complicaba mucho ir a París no lo pensé dos veces y resolví ir a Frankfurt, porque estar tan cerca y no vernos iba a ser imperdonable.
En Frankfurt además de fábricas y bancos hay universidades, galerías de arte, museos, dos ríos cuyas orillas tienen mucho verde para aprovechar, locales comerciales de grandes cadenas internacionales y edificios hermosos por su arquitectura y maravillosos por su historia.
Me sorprendió mucho el transporte público. Resulta que vos compras el ticket pero no tenés que validarlo en ningún lado, sólo lo mostrás si sube el inspector a controlar, sino bien podrías no haberlo comprado. Anne como es universitaria tiene acceso gratuito a todos los transportes de la ciudad (menos taxi, obvio) incluso las bicis, yo tenía que pagar pero ella me ayudó a sacar por día un ticket que daba acceso a todos los transportes así podíamos movernos libremente. Como ella tiene bici propia el último día sacó una bici gratis, me la dio y fuimos juntas a pasear por la ciudad, visitamos su universidad (¡preciosa, muy moderna y con un parque enorme!), hicimos las compras y anduvimos por parques llenos de flores y gente disfrutando del solcito.
Porque encima el clima estuvo adorable, no hacía calor pero tampoco frío, hubo sol todos los días y no llovió ninguno. Aprovechamos y fuimos a visitar St. Goar, donde está uno de los castillos medievales más grandes de la zona, caminamos mucho y disfrutamos del paisaje que parecía de cuento. Coronamos el día con un rico plato de chucrut con salchichas alemanas y cerveza local, aunque lo mejor fue volver a ver Ella Enchanted y cantar las canciones como cuando vivimos juntas en casa. No sabía cuánto la había extrañado hasta que volvimos a compartir cosas, y fue lindo comprobar que la amistad que formamos a los 16 sigue intacta a los 24, que para nosotras el tiempo no pasó y que si bien no sé cuándo nos volvamos a ver, seguramente la sensación va a ser la misma. Somos hermanas, aprendimos a serlo, y aunque el charco nos separe el corazoncito y el cerebrito siguen juntos 🙂
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Esto ha sido todo, un poco largo pero sentí que estaría bueno dejar todo junto en un solo lugar, así que si te gustó compartilo y sino también, que otro lo lea a ver qué onda 😛
Sos tan linda. De las cosas más lindas que han surgido en mis viajes y sigue surgiendo en casa visita. Vengan a Tandil, tenemos dos habitaciones sin usar especial para viajeras 🙂 te quiero mil.
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Vos lo sos más, un placer haberte conocido en tan lindo marco!
Volveremo’ volveremo’! jajajaj!
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TE quiero hijita legal!!!! hermoso post!
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Aya a medida q iba leyendo tus memorias viaje con tus memorias con tus recuerdos ,recorde el viaje con anto ese dia estabas muy feliz x cierto tus colores de ese dia .te acordas como fuiste vestida ese dia . Yo si me acuerdo y esa bella sonrisa q tenias. Gracias xq a tus fieles seguidores que a la larga terminan siendo amigos y familiares xq te queremos es imposible no quererte.viajamos con vos!! Al menos yo lo hago.abrazis
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Hola! No sé muy bien cómo caí en tu blog… pero te sigo! 🙂
Qué lindo armar un resumen de tus viajes así!
Yo conozco apenas unos lugares más que vos, y un par de menos, jaja. Cataratas voy a ir ahora con mi mamá, espero que nos toquen días lindos!
Saludos!
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