Voy a empezar el relato de viaje por acá porque la normalidad no es una de mis características y me muero por contarte el último tour que hice. Como te imaginarás, el tour estuvo relacionado con cierto artista obsesionado con el espacio que se mantuvo siempre a la vanguardia y cuyos orígenes se remontan al barrio de Brixton, en Londres.
Ohhh cuánto misteri… no, David Bowie no es ningún misterio en este espacio. Llegó tarde a mi vida, pero sin dudas llegó para quedarse. Bah, no sé qué es tarde con 26 años la verdad, si entré en contacto con él a los 23 y probablemente siga. Pero no vine a hablar de edades, de tiempos, ni de cosas que a nadie le importan, sino de un tour EXCELENTE que fue la frutillita del postre de un viaje inolvidable. Se viene un post largo, preparate un té y sentate a disfrutar del paseo 🙂
Descubrí el tour gracias a una chica que sigo en Instagram (perdón, no recuerdo su cuenta) que lo hizo hace un tiempo y me llamó la atención. Yo tenía pensado ir a Brixton siguiendo los consejos del blog de Alicia, pero esto me interesó porque era un «musical tour«, o sea que además de contarme un poco sobre la obra del duque blanco el guía iba a cantar sus canciones. Lo que menos me imaginé cuando reservé mi lugar fue que sería una de las mejores experiencias de todo el viaje.
Si te interesa hacerlo, y si te gusta Bowie no deberías perdértelo, lo podes encontrar como London’s Original David Bowie Musical Walking Tour (¡alto nombre!) y reservas tu lugar en un periquete. Yo imprimí el voucher pero no hizo falta porque me lo olvidé, así que la confirmación online a mano está más que bien.
Sinceramente yo no sabía qué esperar del tour, lo reservé sin pensar demasiado y no busqué mucha más información, confié ciegamente en el comentario de esa chica en IG y no me ocupé en averiguar mucho más. Ni siquiera había buscado quién iba a dar el tour, así de profesional lo mío. Fui a encontrarme con un completo desconocido en un barrio al que nunca había ido para conocer sobre una persona que ya está muerta, todo muy normal. Pero algo me decía que iba a salir bien y no me equivoqué.
Dos días antes de la salida me llegaron dos mails: uno para hacerme acordar que el 16/8 tenía el tour, y otro de un tal Nick (después me di cuenta de que era el guía, jajaja) preguntándome si no quería pasarme a la salida de las 14 porque había más gente y la experiencia iba a ser más interesante que yendo sola. Como mi tiempo era muy limitado le pregunté si igual podía hacerlo a las 11 y me dijo que sí, así que iba a hacer el tour sola con el guía y ahí me entró el miedo: «y si me pierdo, y si no me siento cómoda, y si no lo encuentro» que me taladró hasta que llegué a Brixton y me paré en la salida de la estación de subte.
Como llegué muy temprano crucé la avenida y me detuve unos minutos a ver el mural dedicado a Bowie que ahora funciona como memorial y está protegido por una placa de plástico para que no lo arruinen los fans. Parece ilógico que un admirador arruine una obra de arte hecha en honor a tu artista favorito, pero pasa, y ahora el mural está lleno de mensajes de afecto, flores, regalos, fotos y cosas que son hermosas sentimentalmente pero que le quitan un poco la belleza a la imagen original.

Si te soy sincera, me emocioné. Lo vi, me quedé mirándolo un rato, leyendo los mensajes de cariño de los fans y me encontré con lágrimas porque a pesar de no saber quiénes son el sentimiento es el mismo. Qué se yo, en mi caso no soy tan fan, me interesa mucho artísticamente y me fascina el hecho de que haya estado siempre un paso más adelante de todos, pero hay gente a la que realmente su música le cambió la vida y eso es tremendo, es el sueño de todo artista: llegar a la gente y transformar el mundo a tu manera.
Volviendo al tour. Se hizo la hora de ir a esperar al guía en la puerta de la estación y ahí me quedé, parada, pensando que si no lo encontraba iba a perder plata y mi economía no está para darse esos lujos. Encima cuando vos buscas a una persona con una característica particular, de pronto TODOS tienen lo mismo. En mi caso yo buscaba a un hombre con una guitarra. Pasaron tres y ninguno se quedaba. Hasta que por fin apareció uno que miraba para todos lados y se hizo la magia. «¡Lo encontré!» pensé, y mi primer miedo se esfumó.

Presentación mediante, al toque Nick me cayó bien. Es difícil sentirse cómoda con un desconocido que va a cantar para vos en la calle, pero todo se hizo más sencillo cuando yo también me puse a cantar porque why not? Ya estaba ahí, al tema (Space Oddity) me lo sabía, así que me puse a cantar con él y así empezamos el tour de dos horas por las calles del Brixton de Bowie, un lugar bastante diferente de aquel que él conoció pero que mantiene los lugares clave que lo definieron como artista.
Fuimos a la Brixton Academy, una sala de conciertos bastante popular en la movida del rock de los ’80 en donde Bowie, obviamente, tocó. Ahora este lugar es algo así como la mecca de la música, y si la pegas acá «vos ya ganaste«. De ahí fuimos a la casa natal de Bowie, que literalmente es natal porque él nació ahí. Pasamos por la escuela a la que fue y de ahí a la zona del mercado donde mirando al cielo encontras un edificio con zorros en la esquina.


Resulta que Brixton tiene una moneda local, son libras impresas con personalidades del barrio, y se usan sólo ahí para fomentar el comercio en la zona. En una votación los habitantes eligieron a quiénes querían en sus billetes y ¿adivina quién está en el de £10?

En cada parada que hacíamos Nick tocaba una canción, ¡y hasta pude elegir una! Los beneficios de estar sola 🙂 La verdad es que Nick es un gran músico, tiene una carrera profesional en esto de la cantada y ha sacado discos que sin dudas te recomiendo que escuches (más abajo te dejaré toda la info) porque es excelente. Me encanta descubrir artistas nuevos y me encantó haber conocido a un artista a través de otro, la pasé muy bien, me divertí y pude charlar con un local por dos horas mientras me contaba anécdotas de Bowie. Era como estar con un amigo de toda la vida.
En el break le pedí si nos podíamos sentar porque mi vieja mula ya no es lo que era y me empezó a doler la espalda, así que fuimos para una parte nueva que es algo eco sustentable, y como yo no tenía efectivo él me invitó una botella de agua. ¡Un genio!


De ahí seguimos el recorrido hasta el Ritzy, el cine en el que se conocieron los padres de Bowie y donde salió el mensaje «David Bowie, our Brixton boy, RIP» cuando murió. Ahí llegó el final del tour musical con Starman, una canción que nunca me aburre y es una de mis preferidas, así que la canté y me volví a emocionar porque, dale, estaba ahí, en las mismas calles que David Bowie alguna vez pisó tanto de joven como hace unos años cuando llevó a su familia a conocer «sus lugares».


Terminamos en el mural frente a la estación de subte y ambos coincidimos en que fue un gran tour, por suerte el disfrute fue mutuo y, comprometida a recomendarlo, me despedí de Nick para seguir mi camino hacia la parte final del viaje.

Datos del tour
London’s Original David Bowie Musical Tour – £16.52
Brixton es la última estación de la Victoria line y te encontrás con Nick justo a la salida, en el cartel de información turística que tiene un mapa. Él va a estar con una guitarra.
Nick Stephenson es cantante, músico y compositor. Lo encuentran en Facebook, Twitter, Youtube y Soundcloud. Y no, no hice ningún trabajo de investigación, sino que me dio su tarjeta y se los recomiendo porque vale la pena.
prueba
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Maravilloso este viaje amorosa Ayita! Nada que temer cuando tengas que encontrarte con guías!!! 😀 Me alegra muchísimo que hayas hecho este tour y tendrías que haberle pedido a alguien que los filme cantando! Para la próxima vez que vengas!
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Me encantaría oírte cantar!
Hay forma de hacerlo?
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