Dentro de un mes voy a volver a una de las ciudades que me volvió loca, al lugar que elegiría como mi base si tan sólo pudiera quedarme más tiempo, una ciudad que tiene todo lo que quieren las wachas porque es la mezcla perfecta entre arte, historia, movida cultural, diversión y curiosidades. Así que por si no lo adivinaste: ¡vuelvo a Bath!
Esta vez voy por un día porque mi viaje de por sí es más corto, pero confío en que me va a alcanzar para saborear otra vez ese gustito a «yo pertenezco acá» que tanto me gustó la vez pasada. Si te preguntas qué fue lo que me voló la peluca de Bath, en este post te cuento todo. De verdad, hay veces en las que uno respira y siente que podría tirar el ancla en ese preciso instante, y eso mismo me pasó con esta ciudad.

Bath fue muy famosa a principios del siglo XVIII por sus termas naturales, ya que los romanos cuando llegaron a este territorio no tuvieron mejor idea que armar unos baños con la última tecnología de la época que sirvió para curar dolencias hasta no hace tanto tiempo. Luego estos baños quedaron como patrimonio de la humanidad y ahora la gente se «sana» en spas más sofisticados que cuentan con todas las comodidades del mundo moderno.
Pero a mí eso tanto no me importa, aunque no te voy a negar que me encantaría probar un spa en esta ciudad, porque mi interés principal acá es la historia que emana por sus calles, el arte que aflora en cada rincón, la cantidad de museos que te ofrecen el oro y el moro y que a una persona como yo la vuelven loca. Quiero recorrerla nuevamente, encontrarme con una ciudad más colorida porque ahora voy a ir en verano, así que imagino que las flores en los Sydney Gardens van a estar a pleno. Quiero saltar de alegría y caminar los mismos pasos que mi autora y una de mis bandas favoritas (Tears for Fears nació acá).

Y lo más interesante, lo que más me empuja a querer ir, es que ahora voy a estar con una loca tan fan de Jane Austen como yo, así que todas las frikeadas que haga van a estar avaladas por mi amiga y, estoy segura, que entre las dos vamos a sacarle todo el jugo posible a esta experiencia. Creo que estoy más emocionada por ir a Bath que a Londres, aunque si te soy totalmente sincera, ¡todavía no caigo!