Fuerte el título, ¿no? Más en los tiempos que corren en donde la palabra «materialista» está tan mal vista. Entiendo la postura contra el materialismo negativo, ese en el que la gente se siente superior por tener determinados objetos, o que pertenecen a cierto status social por el poder económico que ostentan y se olvidan de lo verdaderamente importante como la familia y los amigos.
Pero mi ser materialista pasa por otro lado. En mi casa nada nos vino de arriba, tanto mi mamá como mi papá trabajaron toda su vida para darnos lo mejor, y tuvimos épocas malas que yo me hago la tonta pero que las recuerdo muy bien. De la misma forma en que hoy estamos bien, hace unos años la pasamos mal, y por eso valoro todo lo que tengo. Todo.
Mi materialismo pasa por un apego inexplicable a las cosas que forman parte de mi vida. Desde una tarjeta del Jane Austen Centre hasta la funda de la almohada de mi cama. Son cosas mías, que forman parte de mi identidad, que me hacen como persona junto con lo que pienso o escribo. Así como me ven en la vida soy en todos lados, y las cosas que me acompañan me hacen sentir que no estoy sola.
Crecí como hija única porque mi hermano siempre vivió lejos, mis juguetes eran mis amigos, de hecho tuve un amigo invisible, mis cosas eran mi compañía y aprendí a tomarles cariño. Yo hablo con los objetos, le pongo nombre a las cosas, me gusta sentir que me escuchan más allá de que son inanimados y Toy Story en la vida real no existe. Creo que cada objeto tiene un poco del alma de quien los creó, así que en algún rincón de los materiales que lo componen hay algo que me está escuchando, que me entiende, que está.
Reflexiono sobre estas cosas cuando las pierdo, y es horrible. Ayer me di cuenta de que perdí la SUBE con la carcasa de The Beatles que había comprado en el store oficial en Londres y me quería matar, pero más por el tarjetero que por la SUBE con $80 de carga. Ese objeto insignificante o simplemente lindo para muchos, para mí era la constatación de un hecho, era el recuerdo constante de que yo estuve ahí. Para mí esa carcasa de plástico era mucho más que una simple protección para la SUBE, era MÍ tarjetero.
Y eso me pasa con todo. En mi casa a veces miro alrededor y veo todas las cosas hermosas que mi mamá hizo con sus manos para mí, y yo sé todo lo que le cuesta a ella a veces sentarse a tejer pero lo hace por mí, para mí, ¿y cómo no valorarlo? Mis cortinas, mis sábanas, mis veladores, mi ropa, todo tiene la impronta de mi mamá, es como si ella estuviera conmigo espiritualmente en cada objeto. Lo mismo pasa con las cosas que me ha hecho mi papá, mis mesitas de luz, las repisas, los cajones, todo tiene algo de papá.
Entonces para mí las cosas no son sólo cosas, para mí son una compañía. Soy materialista y estoy orgullosa de serlo, porque valoro lo que tengo, porque sé de donde viene cada objeto que está en mi casa, porque me encariño demasiado y agradezco todos los días poder tener las cosas que tengo, la familia que me tocó, los amigos que me acompañan.
Ayer perdí el tarjetero de la SUBE y me dio mucha tristeza, pero al final me calmé porque después de todo es un objeto y hay cosas peores por las que ponerse mal. Voy a extrañarlo, espero que quien lo haya encontrado lo cuide, lo mime como yo lo mimaba, no lo rompa rápido y aproveche que tiene un objeto maravilloso en sus manos. Ya que no me lo van a devolver, al menos que lo quieran como yo lo quise.
*La imagen de la portada era la que tenía mi tarjetero 😦
Tengo entendido que podes recuperar el saldo de la tarjeta! Andá a un centro de SUBE oficial, ellos te dicen como.
Y el tarjetero.. una cagada pero con suerte podes viajar de nuevo y gracias al capitalismo y su producción en masa volverlo a encontrar 🙂
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Gracias Vic! El tema es que a esta nueva tarjeta no la tenía registrada, así que imposible recuperar el saldo 😦
Espero pronto viajar de nuevo y comprar otro igual, hemos vivido buenos momentos juntos XD
Saludos!
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Hay aya como te entiendo yo me apego a mis cositas valoro todo me hiciste acordar cuando perdi mi destapador era mio nos conociamos tan bien y alguien se adueño de el sufri mucho su perdida y puedo imaginarne como estaras x tu tarjetero. Espero lo encuentres. Abrazis
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Ay sí es horrible perder las cosas por las que una siente afecto, pero bueno.. peor hubiera sido perder otra cosa.. Ojalá lo encuentre si es que está acá, y sino que esté bien. Por lo pronto ya tengo otra SUBE 🙂
Un beso!!
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A mi me pasa lo mismo con las cosas, son pequeñas estupideces que a mi me duele perder.De ese tipo de cosas tengo miles.Un día tuve que tirar una cartera que ya no tenia arreglo y es el día de hoy que la extraño horrores.
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Es horrible, es una sensación de tristeza que cada vez que me acuerdo me invade. Pero bueno, ya pasará 😉
Gracias por comentar!!
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