Vacaciones en familia: pros y contras

Todo aquel que me conoce sabe dos cosas: amo a mi familia y amo estar sola. Estas dos premisas fueron puestas a prueba el pasado febrero cuando después de varios viajes en solitario volví a hacerlo en familia.

Fuimos de vacaciones mi mamá, mi cuñada, mi sobrino y yo. Nos llevamos muy bien todos, Benja es un nene bastante obediente y no hace mucho lío, así que dentro de todo estaba tranquila de que mal no la iba a pasar, pero hubo uno que otro momento en el que me habría gustado estar sola.

Lo bueno de viajar sola es que al ritmo lo manejas vos. Pasear por tal lugar, dormir hasta determinada hora, gastar en lo que realmente querés, comer si tenés ganas, disponer total y enteramente de tu tiempo es el mayor privilegio de los viajes en solitario. Todo depende de vos, y las cuentas se las rendís a tu banco cuando volvés y tenés que pagar todo lo que gastaste, a nadie más.

En cambio, viajar con más gente hace que tengas que amoldarte a su ritmo y resignar algunas cosas que vos harías pero que el otro no. El gasto debe ser acorde al del otro, siempre y cuando no afecte gravemente tu economía, y el tema de dormir va a depender también de quien te acompaña. Vas a disfrutar mucho de la compañía, pero vas a tener momentos en los que indefectiblemente vas a pensar «qué lindo sería estar solo«.

Algo que particularmente me gustó de viajar en familia es que para los gastos compartidos se hizo un pozo común y gasté menos de lo que habría gastado estando sola, ya que todo se dividió por tres. Además si bien no estaba con gente de mi edad, tanto con mi mamá como con mi cuñada puedo hablar tranquila de cualquier cosa que siempre nos enganchamos las tres. Y sino Benja siempre está dispuesto a jugar 😉

Lo importante es dejar en claro antes de viajar los objetivos de cada uno, ya sea descansar, pasear, conocer o no hacer nada. ¿Por qué? Para evitar sorpresas en destino y que se agarren de las mechas al segundo día. Por ejemplo: yo quería ir a descansar pero también a pasear y conocer porque hacía 8 años que no iba a Las Grutas, así que coordinamos fuerzas con mis acompañantes y cumplimos nuestro objetivo, ya que afortunadamente las tres íbamos con el mismo fin.

Y si sos alguien que disfruta mucho estar solo como yo, procurá que algún día tus acompañantes hagan algo entre ellos y te permitan estar a tu ritmo. En mi caso mi mamá y mi cuñada se fueron con Benja a una excursión por Puerto Pirámides y Puerto Madryn, así que ese día me manejé a mis anchas e hice lo que yo quise, me fui sola a la playa, me divertí, pero antes dormí hasta el mediodía como no lo hacía mientras estaba mamá.

Así que en resumen, si bien pudieron haber existido más contras, prevalecieron los pros a favor de viajar en familia. Lo que sí siempre hay que aclarar los objetivos del viaje de antemano, te vas a evitar problemas y la vas a pasar mucho mejor sabiendo qué esperar de quienes viajan con vos.