Ayer todos se dieron cuenta de que falta un mes para Navidad y lo leí reiteradas veces tanto en Facebook como en Twitter, tanto que me cansaron. Por lo general en los dos años que llevo fuera de la universidad sólo estoy consciente del día que estoy viviendo gracias a los guardamaletas en el aeropuerto, sino… Como no miro el noticiero poco me importa qué día es.

Pero este año como estuve contando los días para que algo pase, la verdad es que sí estuve más pendiente aunque sólo hasta fines de abril. Llegado mi cumpleaños dejé de contar y comenzó la aventura. Hoy está todo terminado pero se viene otra, así que es como si todo se tratara de un ciclo de cosas que tienen que venir y yo, consciente o inconscientemente, cuento los días para eso.
Sí, es cierto que falta poco para Navidad y que el año se pasó volando, como también es cierto que todo, absolutamente todo pasa, y cosas nuevas vendrán como lo han hecho hasta ahora. Medir la vida por días en vez de por momentos es un poco triste, al menos a mí me parece que nos hace más esclavos de una rutina que no debería existir más que para el trabajo, en caso de que trabajes convencionalmente.
El tema Seasons of love de Rent habla de cómo medir el tiempo, habla del amor y de todo lo que nos pasa en 525.600 minutos. Es uno de mis temas preferidos porque resume todo lo que vivimos, creo que nadie es indiferente a Rent, pero más allá de eso este tema en particular siempre me dejó pensando en que muchas veces medimos nuestra estadía en la Tierra en días en vez de en momentos, esos que realmente cuentan: los buenos y los malos. Hay días en los que no pasa nada, literal, y otros en los que nos pasa de todo.
Así que estoy convencida de que el año que viene se vendrán momentos muy buenos, mucho estrés, muchas corridas de esas que me gustan, porque debo admitir que ese estrés previo a un examen es una de mis cosas preferidas (sentir que no llegás, que estás hasta las manos, que nadie te entiende), aunque no me gusta el hecho de rendir (la situación alumno-profesor-examen no me gusta).
Se vienen mis primeras vacaciones en familia después de mucho tiempo, aunque ahora sólo seamos mi mamá, mi cuñada, mi sobrino y yo. Los hombres quedarán cuidando de los perros y de los abuelos, mientras nosotras nos vamos a descansar un poco. Hace mucho que no voy a la playa así que va a ser interesante (aunque viajar con mamá signifique levantarme temprano y salir a caminar…).
Espero poder ir a Santiago de Chile en el año, no es un viaje muy caro y me gustaría conocer esa ciudad, además tengo que cumplir con mi auto-promesa de «un avión por año», aunque éste ya valió por tres. Voy a experimentar con esta nueva carrera, es loco empezar todo otra vez (conocer gente, hacerse un lugar, adaptarse, estudiar) pero haciendo lo que te gusta nada es mucho y mucho es poco.
¿Vos cómo ves venir este nuevo año? El 15 es mi número favorito así que espero muchas cosas buenas 😀