#RedViajar y la profesionalización del blogger de viajes

Crecí con la idea de que viajar viajan los ricos, la gente con mucha plata que se puede dar el lujo de salir del país y explorar mundos nuevos. Ese prejuicio no vino sólo de mi familia sino también de los medios, de los vecinos, de mis amigos, de todos los que nunca conocieron a nadie que haya podido irse sin tener que vender un riñón en el intento.

Por mucho tiempo creí que viajar era imposible para mí, no siendo yo una persona potentada y más aún dependiendo en gran medida de mis padres. Pero la suerte estuvo de mi lado, empecé a trabajar y poco a poco pude viajar sola, como siempre había soñado, a descubrir lugares y personas nuevas. El último gran viaje que hice fue gracias a la generosidad invaluable de mamá y papá que siempre están ahí, como dos robles dispuestos a ayudarme, y fue la experiencia que más recompensas me trajo a nivel personal.

Costó, cuesta y costará mucho terminar de pagar algunas cosas, pero te aseguro que cada libra invertida valió la pena. No me compré mucha ropa, me compré vivencias. Y eso, querido lector, no te lo paga nadie. Así que si viajás invertí, no pienses en lo que te va a costar después (tampoco te vayas de tema) sino en lo que te da en el momento, en lo que podés aprender, en lo que te deja en esencia.

Rodearme de gente que ama viajar me inspira, por eso el pasado viernes 19 me sentí tan a gusto en el evento de la Red Viajar, porque todos estábamos ahí compartiendo una misma pasión: descubrir el mundo. La jornada tenía dos salas: una motivacional y otra profesional. Yo me mandé a la segunda porque, la verdad, más inspiración que la que ya vengo acarreando no necesito, y sí preciso de ayuda para mejorar el blog así que aproveché.

En la sala profesional se habló de video blogging, las tendencias actuales en la web 2.0, SEO básico para blogs, cómo lograr buenas fotos, el poder de la influencia de los blogs y la salud en los viajes. Las últimas dos charlas sobre Twitter y normas de calidad en turismo me las perdí porque tenía entradas para ver Phantom.

Aprendí muchísimo, no sólo de cuestiones técnicas sino de experiencias personales. Me sentí identificada con algunas anécdotas, me inspiraron a ponerle más pilas al blog, pero sobre todo me animaron a buscar profesionalizarme como blogger. Si bien yo no me dedico puntualmente a relatar viajes, hay dos nichos que me interesan mucho: los musicales y viajar, además de la cuota de reflexiones que siempre está porque este espacio es como un diario íntimo abierto al público.

Va a llevar tiempo mejorar este rincón, todo precisa de una inversión inicial y para eso tendré que juntar la plata necesaria, ya sea para comprar el dominio como para imprimir tarjetas de presentación o darle una lavada de cara al diseño del espacio. Lo bueno es que estas charlas me ayudaron a definir mi identidad como blogger, a encontrar ese lugar en el que puedo destacarme. No pretendo ser una blogger de viajes porque para eso hay gente que se dedica exclusivamente y lo hace muy bien, con mucho material mucho más interesante y diverso que el mío, pero sí quisiera en un futuro poder especializarme en las dos cosas que ya mencioné y que me apasionan.

Nora, Emilio, Tomás y yo

Pero además de disfrutar de buenas charlas pude compartir tiempo con otros bloggers y con lectores, de hecho una lectora me reconoció por mis anteojos. Es lindo ponerle cara a la gente que siempre está del otro lado de la pantalla, apoyando tu trabajo con comentarios o con visitas, gente que de alguna u otra forma se siente identificada con lo que contás. Siempre me gusta recibir lectores nuevos, es como invitar gente a la casa y agasajarlos un rato, así que conocerlos en persona es más que grato.

Por eso el viernes fue un día muy interesante, de esos por los que vale la pena esperar. Un día que combinó viajes y musicales, ¡como para no estar chocha!