El sábado mi pequeño diablito cumplió 2 años! Es increíble lo grande que está después de haberlo visto crecer en la panza de mi cuñada y ahora ya camina y juega como todo un señorito.
Puedo estar horas escribiendo todo lo que lo quiero, puedo pasarme años dándole besos en sus hermosos cachetotes, puedo dar incluso mi vida con tal de que él tenga todo y sea plenamente feliz, porque nada se compara a tener un bichito que te sonríe, te mira y te destruye, que sabe exactamente qué tiene que hacer para que vos te derritas y lo dejes hacer lo que él quiere. Puedo llenarlo de abrazos, puedo hacer todo lo que él quiera porque simplemente lo adoro!
Benjamín me domina, y todos lo saben. Él puede hacer que yo haga de todo por él, y no me puedo negar porque lo amo! Amo a mi sobrino, amo tenerlo todos los días conmigo y cuando no está lo extraño. Ese gordito picarón me puede y es increíble cómo algo tan chiquito puede hacer a alguien tan feliz. No sólo conmigo, con todos! Es comprador y lo sabe, se aprovecha, y nos encanta!
Me acuerdo de todos los momentos que pasamos, me acuerdo de cuando nació y cómo salí corriendo de la facultad para verlo. Me acuerdo de cuando lo bautizamos y me convertí en su madrina, me acuerdo de sus primeros pasos, de sus berrinches, de sus llantos, de las manitos que me agarran para que lo lleve a pasear o cuando me busca para que juegue con él, y también cuando me pelea.
Me acuerdo de todo porque uno no puede olvidar lo que ama, y yo a Benjamín no lo quiero: lo adoro!
¡FELICES 2 AÑOS MI AMOR CHIQUITO!
Algo bonito* 
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